El código ético de Terrassa en Comú nació con la voluntad y el compromiso de recuperar la política como herramienta de transformación, de convivencia y de participación en la creación de un espacio común. Así pues, este documento se tiene que interpretar con un doble objetivo: se trata, por un lado, de un compromiso con la ciudadanía y por este motivo es un documento de estrategia que busca impulsar una nueva manera de hacer política (transparencia y democracia participativa); pero, por otro lado, también define como tiene que ser la organización interna, cosa que afecta a todos y todas y específicamente a las personas escogidas para representarnos y a su compromiso de honestidad ejemplar.